DESAYUNO CON CHENOA

Por fin! Hoy si!
Septiembre con su gota fría, dañó todo aquello que se puso por delante y arrasó las ilusiones de sus fans.
Chenoa dió comunicado de cancelación, pero peor noticia era el destrozo del temporal.
Pospone el concierto para el 11 de octubre.
_ Tía, me llevarás al concierto?
«La niña del lago» se lo pide con amor y ella le responde, «ahí estaremos, hay que ir y se va».
La pequeña quiere ir como las artistas, en el furgón, como las estrellas, en la parte de atrás, como si fuera una limusina. Por dentro es del mismo color que la de Chenoa.
Ella piensa que tiene alma de artista, mucho potencial y hay que sacárselo, con dulzura.
Por el camino van cantando, como siempre, el piloto automático a velocidad señales de tráfico, a la niña del lago, le parece velocidad lenta. Se le ha quitado hasta el hambre y le parece no llegar nunca.
La furgoneta parece que también tiene ganas de llegar, de llevar a la pequeña estrella, mientras canta, mientras va contando como va a decorar la pancarta, como va a guardar sitio al resto de fans «chenoistas», que juntos hacen «chenopiña».
_ Tía en qué hotel estará Chenoa?
_ Ni idea, seguro irá a un buen hotel, pero no sé si será el nuestro.
Las canciones van restando kilómetros, van abriendo el apetito.
_ Qué te parece si primero comemos y luego buscamos el hotel? Me he quedado sin batería, dejaré el móvil cargando mientras comemos.
_ Si, ya empiezo a tener hambre.
_ Mira, ahí hay un Burguer…
_ Y ahí hay un Mac…, a mí me gusta más.
_ Bien! Dónde tú prefieras!
Devoran las hamburguesas, las patatas, los helados. Ni siquiera han hablado mientras comían. Han engullido al mismo ritmo que «devoran» la música. Al acabar se miran y se ríen, las dos han pensado lo mismo.
El unicornio rosa, se va con ellas…
Arrancan motores. Ya con batería suficiente, buscan la ubicación del hotel.
_ Según esto estamos a dos minutos!
_ jajajaja
Miran al otro lado de la calzada, al lado del Burguer se alza el hotel. Dos minutos, justos, lo que tarda el semáforo en cambiar de color.
_ jajajajajj Pues nada, ya hemos llegado!
Apagan motores.
_ Tía, pregunta si está Chenoa en el hotel?
En recepción, una mujer rubia muy sonriente, las recibe. La niña del lago, lleva la camiseta blanca, con «Ch», en rojo, no hace falta preguntarle mucho.
Después de los trámites, les dice:
_ Habitación 107.
«Cent set», suena en su cabeza, le gusta!
De la cafetería salen voces, una mujer, con voz potente y firme, se escucha entre voces masculinas.
_ Una pregunta, Chenoa se hospeda en este hotel?
La recepcionista hace una pausa, mira hacia abajo diciendo:
_ «Es secreto de sumario».
La niña del lago, no entiende muy bien, ella cree entender el mensaje oculto. Entre las voces que salen de la cafetería, una le agrada y le suena.
A continuación la recepcionista sigue diciendo:
_ Se habrá hospedado en Murcia capital. O también algunos artistas llevan entre su equipo, una caravana, de las grandes.
Les enreda el pensamiento y les hace dudar.
_ Es posible! A qué hora sirven el desayuno?
_ Los sábados de 8 a 10:30.
_ De acuerdo.
Toman el ascensor, ella pensando que cabe la posibilidad, la niña pensando que vaya fastidio.
Si fuera por la pequeña del hotel irían de inmediato al escenario. Cargar el móvil las atrapa hasta las cinco en la habitación, tiempo que no desperdician, cantando, fotos por doquier, risas como siempre.
La pequeña le habla como si ella también tuviese quince años y no se da cuenta, que tiene menos.
Están a 15 minutos del concierto andando, la pequeña rubia de ojos azules, va a paso de durar la mitad. Ella si hace falta por la niña es capaz de correr y aún no ha probado si puede.
Al final del parque, en la explanada, el escenario es un espectáculo. Los rosas luminosos caen del cielo al suelo, el letrero de Chenoa en oblicuo ascendente.
La primera en llegar, cómo no!
Mientras transcurren las horas, cronómetro programado, para la cuenta atrás, va llegando el resto de componentes «Chenopiña». Todos los semblantes con la misma expresión, ilusión, admiración, satisfacción. Con el uniforme perfecto, camiseta blanca, rojo «Ch», vaquero y mochila roja, «Ch» blanco.
El cielo oscureciendo avisa que ya queda menos.
El furgón negro aparece en la explanada, es como el nuestro, con los cristales tintados, pero en negro.
Bajan los músicos y casi en volandas, en el centro del círculo que forman, «CHENOA». Comienza el conciertazo.
Aplausos, gritos de fans, bullicio, entonaciones y algún gallito desde el público.
Personalidad, elegancia, juventud, música y estilo en el escenario.
En primera fila, manos arriba, corazones palpitando al compás de las emociones y la música, ojos vidriosos con algunas letras, manos apretadas, entrelazadas pidiendo parar el tiempo.
Sueños cumplidos.
La hora y cuarto que dura el concierto, se pasa a velocidad «volando».
Ahora viene lo mejor, ver salir a Chenoa, despedirse de ella, entregarle las pancartas con recuerdos , hacerse más fotos…
Y si!
Baja por las escaleras, saludando, preguntando, se hace fotos, saluda… Alguien le envía recuerdos para el urólogo, se ríe, nos reímos todos… otros gritan guapa, su nombre, al punto de casi borrarlo.
Y una voz potente, pero que muy potente, desgarrada de emoción, al fondo, casi dentro del furgón…
_ Chenoa! CheNOA! CHENOA!
Se funden en un abrazo, Chenoa y la niña del lago.
Hasta aquí todo había sido bonito, pero esto emociona. Se borran los kilómetros y la espera de cuajo. Ha merecido la pena!
Le entrega su pancarta, con sus recuerdos, intercambian palabras y selfies.
El resto de fans le reclaman. Intenta ser equitativa, pero abrazo «solo hay uno».
Bueno dos, porque ella recibe después, un abrazo, de su sobrina, que lo dice todo. A cuántos conciertos más tendrá que ir? A los que sean necesarios!
El furgón de Chenoa desaparece.
Después de las despedidas entre chenoistas, cada uno vuelve a sus principios.
Ellas vuelven al hotel, repasan los vídeos, comen algo, alimentan el estómago y el entusiasmo.
Se oyen voces por el pasillo, una voz tersa y femenina.
_ Tía! Noa está con sus padres en el mismo hotel, puedo ir a hablar con ella?
_ Si. Pero no te acuestes tarde, hay que levantarse antes de que cierren la cafetería para desayunar.
_ He quedado con Noa para desayunar a las 9:30.
La niña del lago desaparece de la habitación. Ella aprovecha para ponerse cómoda, enviar mensajes, soñar despierta y pensar… Y sin querer quedarse dormida con la luz encendida.
La niña del lago vuelve a las cuatro de la mañana, todavía recibiendo mensajes
Se oye un… Bizzz!
Y un :
_ Duerme! Qué ya es tarde!
_ Si. Si.
Pocas horas después, se empieza a escuchar en las habitaciones próximas trastear, duchas, muchas duchas. Ni que fuera un equipo de fútbol en el vestuario. Ella piensa, que si se ducha en ese momento, no le va a llegar ni el agua caliente.
A los pocos minutos, por el pasillo, traquetean las ruedas de maletas, del equipo de fútbol o de béisbol, o un ejército, quién sabe? pisadas fuertes y carraspeos de buenos días.
Vuelve el silencio y piensa que es el mejor momento para tomar una ducha. Termina la ducha y envía algún mensaje del tipo, «Buenos días, has descansado? Yo voy a desayunar!»
Intenta hacer el menor ruido posible. Coge el ascensor, pulsa el 0.
Se abren las puertas al hall y…
Cómo! De nuevo es como si se encontrara en el escenario! Se queda muda sin palabras. Están allí, en el sofá naranja, el sillón negro, sentados, todos de frente, los músicos, de pie Chenoa. Ella sigue muda.
Ellos le dan los buenos días, no como saludo, sino como un toque en la espalda de «eh! Reacciona!
Ahora es cuando le sacan sangre y solo sale horchata.
Piensa, qué hago? Subo? La despierto? Me voy? Me quedo?
_ Buenos días! _Dice Chenoa.
_ Buenos días! Estoy que no sé si soñando o despierta!
_ jajaja! Pues yo estoy, que o tomo café o no hay quien me quite el mal humor, como cada mañana. Aunque después de ver tu cara, me has cambiado el día.
_ Entonces..?
_ Entonces, desayunamos?
_ Si, por supuesto.
Entran en la cafetería, pasan al comedor reservado, los cinco y ella.
Les sirven el desayuno.
Han madrugado, se tienen que ir a Gibraltar, al próximo concierto.
El enigma de las duchas y maletas del ejército, ya está resuelto y la voz que escuchaba entre paredes.
Chenoa le cuenta que ha donado el concierto a Molina de Segura, por los daños que ocasionó el temporal.
Le enseña el anillo de compromiso de Miguel. Brilla tanto como sus ojos.
Es monísima, tiene un rostro redondo y pequeño.
El café le va endulzando el carácter y se va relajando contando el recorrido de la nueva gira.
Le cuenta que tiene a su sobrina fichada, la sigue en Instagram, es su fan número uno, pero lo es más al revés, Chenoa de ella. La niña del lago tiene madera de periodista de conciertos. Las dos están de acuerdo en eso.
El equipo tiene prisa por salir a coger el tren, pero antes se les ocurre algo.
Suben Chenoa y ella en el ascensor.
Habitación 107
Se abre la puerta.
Se enciende una luz.
Unos tacones.
Se escucha una voz:
_ Buenos días, mi pequeña!

Después del alboroto, la emoción, besos, abrazos y despedida, con un…Hasta de inmediato!

En recepción, al facturar, los desayunos, están pagados. Gracias Chenoa!

No pudo ser más perfecto!

Chenoa, ir a tus conciertos y desayunar contigo… QUIERO MÁS!

FOTOS: «Selfie con Chenoa», «Chenoa desayunando en el hotel», «Fotos varias del concierto».