DESAYUNO CON XAVIER MONSALVATJE

Jaime abre las puertas del taller de Rafaela. Ella no está, en su lugar sale Tiger a saludarla, se refriega por sus piernas, se contonea, ronronea y la deja pasar.
Detrás de la columna aparece Xavier, su aspecto es el mismo desde hace los años que lo conoce,…muchos.
La última vez que se vieron fue en su taller.
Ella se sonroja, tiene facilidad, aunque parezca muy segura de sí misma, es vergonzosa y más oyendo a Jaime decir lo guapa que está y Xavier asintiendo con media sonrisa.
Se forma un pequeño revuelo, entre los dos están buscando un taburete libre de barro para que ella se pueda sentar. Tiger cruzándose por medio…Por un momento, hasta que se acoplan, parece el camarote de los hermanos Marx, las risas resuenan hasta en la calle.
Jaime está torneando para Xavier, no es que no sepa, pero también tiene piano y su abuela lo tocaba mejor que él, por ser pianista profesional.
La música de fondo pese a su ausencia la ha elegido Rafaela, «Bossa nova», género derivado de samba y con una fuerte influencia del jazz.
Ella recuerda que siempre trabajaba con música jazz, Xavi también. Ya ha pasado algo más de tres años sin tocar el barro, le parece muchos más.
La presencia de ella descentra un poco a Jaime y al torno. Parece que la pieza está caprichosa y bailonga. Entre los tres, en teoría intentan centrarla, la práctica recae sobre Jaime. Ahora cierra por aquí, abre por allá, que si está panzuda, recorta un poco por la base, abre más la boca, podríamos darle una deformidad a propósito…
Jaime la salva de una picadura de mosquito tigre en la pierna, no le sacude para no mancharla de barro, ahora comprenden el descentre que se lleva con el torno. Ríen al punto de despertar la curiosidad de vecinos que saludan al asomarse por la ventana. Jaime es el mejor guardaespaldas que se pueda imaginar.
Xavi le enseña el cuaderno número treinta y dos. Ella lo ojea, no se puede negar que es suyo. Tiene un estilo único y eso es lo que lo diferencia del resto de ceramistas.
Mientras habla con ella, no pierde de vista el trabajo de Jaime, ni a Tiger…subido a la mesa, perfila con el lomo el resto de las piezas y peligran espontáneas pinceladas con firma gatuna.
Le habla de lo ordenado y limpio que era su padre, cualidades heredadas por todos los hermanos.
Su madre ha sido más anárquica. Le gusta la soledad, se irrita en lugares masificados. Devora libros, de joven leía y luego les contaba a los amigos las historias como si fueran películas.
Conforme avanza la conversación, va dirigiendo el trabajo de Jaime, quien ya parece más tranquilo y acertado en el centrado.
A Tiger le habla en Inglés, es un gato bilingüe.
Le cuenta que desayuna dibujando, la inspiración recién levantado sin prejuicios ni influencias del día, es su mejor resultado. Fresco.
Desde muy joven quedó maravillado por los dibujos de Fritz Kahn, ginecólogo y divulgador de las artes gráficas, quien comparaba el cuerpo humano con una máquina y gran parte de su obra sigue su patrón.
Es consciente del daño del hombre en la naturaleza, por tanto recicla hasta la última partícula de arcilla.
Según él es más fácil hacer una línea que una mancha. La primera sabes donde empieza, termina y el grosor del trazo; la segunda no tiene control, con la práctica si.
Está preparando una exposición junto a Enrique Mestre, «el maestro». Se siente muy orgulloso, por la relevancia que ello supone.
Para él la pieza ahora está «desnuda», le falta la «piel», cuando la cubra de engobe, esmalte o vidriado, tendrá color la piel.
Se encargará pincelada a pincelada de vestirla y ponerla bonita. Empleará engobes hechos a medida, por encargo a otro profesional. Esta vez la adornará con tonos «socarrat», a su estilo, con algún elemento típico en pequeñas cantidades.
Tal como le surge una idea, la hace, conforme avanza se desarrolla otra nueva idea y así sucesivamente.
No le da una vida para todo lo que se le ocurre en la cabeza.
Me invita a volver la semana que viene a desayunar, ya estará decorando, acariciando la piel.
Barro… QUIERO MÁS.
Amparo Andrés

FOTO: Jaime Romero Xavier Monsalvatje
Xavi y la Desnuda. Fotos de Amparo Andrés.