DESAYUNO EN GOURMET NATURE

La semana ha sido intensa, llena de trabajo y desayunos, que aún no ha podido ni escribir. Manolo, Marcel.lí…
Hasta Manolo se adelantó en darle los buenos días.
David contacta con ella, la invita a degustar una noche en su local, una cata de vinos y unas tapas.
Así ella podrá escribir un relato, de su propia experiencia.
Ella acepta la invitación, hasta el último momento no sabrá si podrá ir acompañada o irá sola.
Se arregla ni mucho ni poco, bolso pequeño y cómodo, que quepa lo justo.
El tráfico viernes por la noche a punto de dar las nueve, es apretado.
Cuando llega, el local ya está lleno, bien iluminado. Entra sola y todas las miradas se vuelven a ella, le causa desazón, inseguridad y titubeo.
Empieza bien, confunde a un invitado con David, vamos bien. Las miradas las siente más profundas.
David está por detrás de la estantería del fondo y al minuto sale distendido y complaciente a recibirla y acomodarla, más bien a aliviarla.
_ Al final vienes sola.
_ No, él está aparcando.
Comunica al resto de los invitados, a que ha ido ella y hay gestos de sorpresa, aprobación, curiosidad y…
_ A mí no me saques fotos ni hables de mí, que yo hoy no estoy aquí.
_ jajaja_la chica de al lado le dice _ esta ha dicho en casa que hoy tiene guardia.
Las risas se agradecen, le destensan el rostro y apaciguan el rubor.
De inmediato se le acerca una pareja y se presentan.
Una mujer rubia, alta explosiva, él la pasa en altura, templado de semblante amable y sensible.
Le cuentan que acuden a este tipo de eventos, para pasar un buen rato, en ambiente distinguido. Ellos se conocieron en una cata de vinos.
Se giran todas las miradas a la entrada, curiosos, ansiosos, otra cara nueva.
Ocupa todo el vano de la puerta, ella piensa «jo, si que está guapo!» pantalón blanco, camisa a rayas y zapatos de ante azul oscuro. Los focos le favorecen.
Se suman los alivios. Se le acerca, habiendo pasado por la mismas sensaciones que ella acababa de superar.
David empieza con la presentación:
_ El primer vino que os vamos a servir, es un blanco, «En la parra», un coupage, Chardonnay y Moscatel.
Ella piensa… «en la parra estoy yo que no me entero de nada y como beba dos copas, veremos quien aguanta la grabadora».
La copa borgoña se llena y… delicious, los labios se endulzan, se humedece el paladar y suaviza la vergüenza.
Araceli y Fernando (Willy en Benimaclet), la van transportando a una burbuja y eso que el vino no es espumoso.
Les sirven las tres primeras tapas, esgarraet con bolitas de bacalao, lomos de sardina en aceite de oliva, con pedacitos de tomate y montadito de ajo arriero.
Ella empieza a estar cómoda, Willy por su corpulencia, llega antes a la mesa y le va pasando los canapés, es muy detallista. Primero se preocupa de que a Araceli y a ella no les falte degustar alguna tosta y luego ya se ocupa de sí mismo.
El segundo vino es un bobal, se llama, «Estás en la parra CHAVAL»…
La que empieza a subirse más arriba de la parra es ella, ya está como en su casa, piensa que conoce a Willy de toda la vida de Dios.
La burbuja donde antes la habían transportado, la convierten en atmósfera y estratosfera.
David les deleita, con chorizo ibérico, queso de leche cruda de oveja y morteruelo.
Los invitados van haciendo grupitos de conversaciones salpicadas de adolescencia madura en una etapa que no deja de ser inmadura, porque aún están por descubrirla, ilusiones de proyectos, prospecciones de futuro, algunos dando infinitas oportunidades, otros buscando la segunda, una aventura, algo serio, algo para sienpre. Willy quiere estabilidad, Araceli reconoce su terquedad.
Y ella necesita poner los pies en la tierra porque el CHAVAL, le está haciendo volar.
El tercer vino es, «Eres grande CHAVALOTE», que se vuelca en la borgoña, mezclando el Tempranillo y la Garnacha, dejando poso en el fondo, bailando en la copa cavernosa, mostrando sabores y aromas de expertos con experiencia.
Mientras flota la grabadora y ojalá pudiera poner «pause for ever», Willy le va acercando el aguacate con salmón ahumado, sobrasada ibérica con miel de romero, tomate seco con hierbas y oro líquido.
Lástima que el tiempo ha pasado demasiado…Tempranillo…
David se le acerca para decirle que todos los vinos tienen sello ecológico, concedido por el Ministerio de Agricultura, libres de «sulfitos añadidos».
El CHAVAL tiene dieciséis medallas.
Ella elevada en su estratosfera, desde la parra observa que el mundo es un pañuelo y está lleno de inflexiones.
Que él y Willy en Benimaclet tienen mucho que contarle.
Salen de allí sin relato, o como mucho, solo escrito, Jajaja, en globo se suben los siete, Isabel, Ismael, Rafa, Araceli, ella, él y Willy el último. Se van juntos, atraviesan la luna de Valencia de Norte a Sur, por la estratosfera, llegan a LONDON, en Benimaclet, donde la tónica afresada le descubre la fruta mordida.
Ella se queda con el CHAVAL, que en lugar de 16 medallas, le pone 16 estrellas y le pide que esa noche la lleve a ver el resto de estrellas y viajar por el firmamento.
«Descalzos en la parra»… QUIERO MÁS.