DESAYUNO EN LA PUERTA

La encontró! Es esa! Lleva años buscándola, más de diez.
Qué bonita! Es preciosa!
Luminosa, clara, tallada, con suave relieve, polícroma, de tonos pasteles, delicada, con mucho detalle. La manecilla clásica.
Se queda tan embelesada mirando la puerta, que por unos instantes no se da cuenta que no está sola, que hay más gente, la observan. Alguien especial está allí para inmortalizar el momento. No es casualidad!
Hay dos cerraduras. Sonríe dichosa, tiene las llaves. Hace unos años alguien especial se las entregó. Lo recuerda, fue en Frigiliana. La puerta está en Anna. Cuanta distancia en kilómetros y tiempo distan entre las llaves y la puerta.
Quizá antes no estaba preparada para abrirla. El camino ha sido largo y doloroso.
La puerta es uno de los elementos no naturales que más tiempo hace que convive con el ser humano. En muchos lugares del mundo antes de cruzar una puerta hay que descalzarse y dejar los zapatos. En otros lugares el novio cruza la puerta sosteniendo en brazos a su mujer. Para muchos es imprescindible cruzar la puerta con el pie derecho, para otros lo mas importante al cruzar es no estornudar.
Siete llaves tiene, hay quien guarda secretos bajo siete llaves.
Ella ha compartido los secretos y las llaves.
Está segura de querer cruzarla. Se planta ante ella, descalza, con un solo gesto, un simple giro de muñeca suficiente. Ahora recuerda, en todo este camino, cuando estaba rota por dentro, cuanto le dolían las muñecas. La cabeza reflexiona, la mano actúa. Negaba lo que tenía en mente, su disconformidad. Tenía un conflicto particular, que no quería ver.
El significado emocional de la muñeca, es trabajo, por su flexibilidad, directamente ligado con lo artístico.
Está dispuesta! Se decide, ahora sí…giro de muñeca!
La llave es la correcta.
La libélula que adorna la pulsera en su mano derecha, se agita y da un pequeño brinco.
Señal de buena suerte!
Y tú? En que lado de la puerta estás?

Abrir puertas… QUIERO MÁS

Amparo Andrés

P.D: Gestelles Serna, sin ser consciente, inmortalizó el momento.
Marinela Valverde hace años, con mucho amor, le entregó las llaves.

FOTO: Puerta jardín Palacio en Anna. Amparo Andrés.